1 de cada 3 niños tiene disfunciones visuales que pueden dificultar el aprendizaje

09, octubre, 2017 / Salud Ocular / Sin comentarios

Se aprende a leer en la edad preescolar y continúa más allá de la etapa ya que es un factor clave a la hor de aprender. Durante ese proceso el niño o niña usa su visión para transportar al cerebro toda información de lo que se lee para su interpretación y análisis. Por lo tanto, esto se traduce en que lo primero que facilita el aprendizaje del niño es tener la vista adecuada. Así que una buena visión puede ser clave entre el éxito y el fracaso escolar.

Más de un 30% de las dificultades en el aprendizaje están relacionadas con anomalías visuales refractivas

El número de fracasos escolares en España supera la media europea, según los informes del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) de 2014 y 2016. El retraso o fracaso escolar es el resultado de la incapacidad de los niños de conseguir el rendimiento escolar establecido por los centros educacionales autorizados y, en un porcentaje alto por encima del 30%, este problema no está relacionado con las capacidades o inteligencia de los alumnos, sino con anomalías visuales de índole refractivas (miopía, astigmatismo o hipermetropía) . Según el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CNOO), es esencial que la vuelta al cole se realice con todas las garantías de que los pequeños tengan su visión perfecta. Para ello, es imprescindible un examen visual completo por parte de profesionales ópticos-optometristas.

En el aprendizaje en las aulas, el factor de la vista es uno de los más importantes, ya que el 80% de la información la recibimos a través de los ojos. Por lo que se recomiendan revisiones visuales periódicas en los niños y niñas descartar defectos refractivos como la miopía, hipermetropía, astigmatismos y fundamentalmente la ambliopía, u ojo vago, uno de los problemas visuales que más influyen en el retraso escolar. Hay que tener en cuenta que la ambliopía incapacita al estudiante para fusionar las imágenes del ojo derecho e izquierdo y obtener una imagen única y tridimensional, por lo que esta disfunción da lugar a fatiga visual, malestar y afecta considerablemente a la eficacia de la lectura y el aprendizaje.

El ojo vago o ambliope, que afecta sobre todo a niños menores de 7 años, presenta una agudeza visual inferior a menos de la mitad de lo considerado normal y esta baja visión mejora muy poco con el uso de lentes, por lo que urge un tratamiento específico llevado a cabo y controlado por ópticos-optometristas. Estos tratamientos resultan más eficaces cuanto más joven es la persona. Tiene una fase crítica tras la cual la recuperación no es posible, de ahí la importancia de su detección a tiempo.

¿Cómo prevenir problemas visuales?

Aquí, el rol de las familias, además de los profesores, es fundamental para detectar estos problemas visuales. Algunos de los indicadores podrían ser:

  • Prestar atención a si el niño se acerca mucho a los libros o a la televisión. Valorar si el niño se fatiga cuando está sometido a estímulos visuales.
  • Distracción continuada al leer y baja comprensión de lo leído.
  • Mala escritura a mano.
  • Si el niño acusa de tener la visión borrosa, tanto de lejos como de cerca. Fijarse en si entorna los ojos para mirar o fijarse en detalles lejanos.
  • Observar si adopta posiciones de tortícolis (cuello torcido) cuando lee o hace los deberes, que a la larga pueden manifestarse como dolores de cuello o espalda.
  • Astenopía (visión borrosa, fatiga visual y dolor de cabeza) con frecuencia.
  • Hiperactividad durante la clase.
  • Inversión de letras.
  • Bajo rendimiento escolar

En definitiva, muchos de los síntomas de deficiencias visuales pueden confundirse con síntomas que también aparecen en algunos trastornos del aprendizaje. Y algunos trastornos del aprendizaje llevan asociados problemas de visión, por lo que, siempre que un niño tenga dificultades con sus tareas escolares, la primera estrategia es buscar las causas que las producen a través de la participación de maestros, psicólogos y ópticos-optometristas.

Finalmente, ¿sabías que un 76% de la población española es consciente de que el uso continuado de pantallas de móviles u ordenadores puede afectar a la salud ocular y visual? Sin embargo, un 57,8% no pone en práctica los hábitos necesarios para la protección de su visión. En el anterior post, podrás leer algunas recomendaciones al respecto.

¿Cuándo ha sido la última revisión de tu pequeñ@?

 

*Fuente:  Colegio Nacional de Ópticos-Optomoestristas (CNOO)

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