El 45% de los conductores no se protege habitualmente con gafas de sol

17, julio, 2019 / Salud Ocular / Sin comentarios

¿Sabías que conducir con el sol de frente es la situación que más fatiga visual causa a los conductores? Y sin embargo, el 12% nunca utiliza gafas de sol y el 33% sólo las usa de forma ocasional. Dado que el 90% de la información que se percibe al conducir llega a través de la visión, las condiciones visuales son determinantes para la conducción y guardan una estrecha relación con los accidentes derivados de fallos humanos y distracciones visuales.

El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas advierte del riesgo de accidentes de tráfico por deslumbramiento especialmente en vacaciones, época de múltiples desplazamientos en coche, factor que aumenta las probabilidades de sufrir accidentes. Muchos de estos accidentes se deben a problemas visuales sin corregir del propio conductor. Visitar al óptico-optometrista al menos una vez al año garantiza que nuestra visión esté en perfecto estado para conducir. Sin embargo, el 46% de los automovilistas no lo hace. Tal y como comprobamos el estado del vehículo antes de viajar, podemos hacer lo mismo con nuestra visión.

Como evitar enemigos en la carretera

Además de los factores de riesgo que más influyen en la calidad de visión de los conductores, como la edad, el estado psicofísico, las enfermedades oculares, entre otros, existen otros factores externos o ambientales que inciden de forma directa en la visión del conductor, incrementando el riesgo de accidentes de tráfico. Entre ellos destacan la conducción nocturna, la baja luminosidad por factores atmosféricos y el deslumbramiento. En este último caso, los faros de luz de los otros vehículos y la luz natural o radiación solar constituyen las dos principales fuentes de deslumbramiento al volante.

Una protección ocular adecuada con gafas de sol puede atenuar y evitar los efectos de la radiación. Situaciones como conducir con el sol de frente al anochecer y al atardecer, con los reflejos en el asfalto mojado o con los destellos de la luz del mediodía sobre el capó de otros vehículos provoca, en muchos casos, pérdida temporal de visión, incrementando el riesgo de accidentes de tráfico

Ojos doblemente protegidos

Los conductores se encuentran más expuestos a la radiación solar que el resto de la población. El uso de gafas de sol al volante protege nuestros ojos por dos motivos:
1) Las gafas de sol ofrecen una gran calidad visual, incrementan la sensibilidad al contraste, reducen el tiempo de adaptación a los cambios de iluminación y evitan el deslumbramiento, lo que redunda en una mayor seguridad en la conducción.
2) A largo plazo, evitan la aparición de patologías oculares derivadas de una exposición prolongada a las radiaciones solares dañinas, como las cataratas, el terigión (carnosidad blanca o de color crema que aparece en la superficie ocular) o el carcinoma epidermoide de la córnea o de la conjuntiva (tumor de la superficie ocular).

 ¿Y tú, te proteges del sol al volante?

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